Para otra vez será
Había llegado temprano, las puertas del parque de diversiones estaban cerradas, tras una larga espera fui la primera en presentar mis boletos de ingreso. Luego de una minuciosa revisión, me dijeron que las entradas estaban adulteradas. El inspector de turno con el ceño fruncido me dijo que, dado que recién empezaba el día y estaba de buen humor, quería ser complaciente, por lo que yo tenía dos opciones, la primera era retirarme de su vista y desaparecer, la otra dar alguna explicación a la policía. Quede espantada, sudaba frio, no lo pude creer y grite, grite con todas mis fuerzas. Desperté asustada, felizmente todo era solo un sueño. Como resultado de lo planeado un mes atrás, Sasha, Tatiana y yo teníamos comprados pasajes y entradas para visitar Paris y hacer realidad un sueño que las tres teníamos desde niñas, visitar el parque de diversiones de Marne-la-Vallée. Personalmente puedo asegurar que soñaba todos los días con este viaje y a pesar de las restricciones que de a pocos se i