Cuento de 100 palabras


Un cúmulo de basura a mitad de la calle escondía tras de si una ingrata sorpresa. Había sucumbido como lo hacen muchos absurdamente. Ignotos motivos desencadenaron el desenlace no deseado. Yacía solo, frío, con la mirada perdida, tal como viniste al mundo.
También fuiste joven y la vida te sonrió, ahora nadie sabe tu nombre. No hay forma de identificarte y si la hubiera, a nadie le interesa. No formarás parte de ninguna estadística. Tu final es triste, quien sabe como lo fue tu vida. Alguna vez alguien te quiso y te llamó ¿Black?, ¿Sam?, ¿Terry? Ahora ya no importa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La huida

Para otra vez será

Teretañas